HOZ I, ‘instrumento para segar’, del lat. FALX, -CIS, íd.

1.ª doc.: foz, Berceo, Mil., 154c.

General en todas las épocas y común a todos los romances (gall. fouce, cat. falç, fr. faucille, etc.); foz, también J. Ruiz, 1146c, 1290a; hoz, APal. 80b; hoce, Nebr. [«h. podadera: falx putatoria; h. para segar: falx messoria; h. para feno»); se conserva la -e en este vocablo, según suele hacer Nebr., para evitar la confusión con la -z final, que solía ser sonora1. Es probable que también contenga hoz ‘instrumento para segar’ (y no HOZ II) la locución de hoz y de coz (entrar o meterse ~) ‘sin miramientos’, ‘enteramente’, donde coz tiene el sentido etimológico ‘talón’, y se refiere probablemente al segador que se mete en el trigal, no sólo con la hoz, sino con todo el cuerpo, pisando si conviene las espigas2.

DERIV.

Hozada. Hocino ‘instrumento para cortar leña’ [ozino, Berceo, S. D., 468d; fozino, Apol., 513b; h. 1600, Inca Garcilaso; «hocino para segar: falcula», Nebr.]; focino ‘aguijada algo corva con que se gobierna al elefante’, adaptación del port. foicinho íd. Focete ast. ‘hoz pequeña’ (V); hocete, murc. ‘hocino’, oncete ‘pequeña hoz o cuchilla para cortar la uva’ albac. (RFE XXVII, 251), cruzado con UNCINUS ‘gancho’ o su pariente oncejo. Fozayu ast. ‘planta asteroidea, con hojas recortadas en senos, que crece entre las hortalizas’ (V): ¿de hoz? Falcado ‘manojo de mies que el segador corta de un solo golpe’ arag. (así también falcat en el cat. del Maestrazgo, G. Girona, mientras que en Pamis, prov. de Valencia, significa ‘el manojo de hierba que se coge con la mano’, según Sanelo), falcada íd., en la Litera, Barbastro, Graus, Huesca y Jaca (Coll A., L. Puyoles-Valenzuela) (mall. íd., BDLC XIV, 207), derivados del verbo romance *FALCARE, que ha dado el fr. faucher ‘segar con guadaña’ (REW 3153); el supuesto falcar citado por Covarr., junto a de(s)falcar, no es más que una forma hipotética destinada a explicar este último, a pesar de lo cual ha pasado a Aut. y Acad.; carro falcado, cultismo imitado del lat. falcatus (hablando de las hoces de este carro Saavedra Fajardo empleó el cultismo falce, que también pasó a Aut.). Falcario, otro cultismo. Falcino, arag. (comp. VENCEJO y ARREJAQUE); falcinelo.

CPT.

Falciforme. Falcirrostro. Gall. fouce-legón, vid. LEGÓN.

1 Hoy joce en Tarifa (RFE XXIV, 227). Nótese el plural hoces en APal. 442b, con c sorda, frente a la -z del citado hoz, que así venía a confundirse con HOZ II. En el testamento de Fernando de Rojas (1541) parece tratarse de una medida agraria: «mill e docientos y cincuenta maravedís de censo al quitar, questan sobre una viña de dos hozes, con cincuenta y nueve pies de olivas, de A. Martínez» (RFE XVI, 373), lo cual puede compararse con el rum. falce ‘la cantidad de terreno que un hombre (= una hoz) puede segar en un día’, extendido a cualquier terreno, aun a las viñas, que no se cosechan con hoz. Es más natural que partir de HOZ II, ‘garganta’, a pesar de la z sonora, que será analógica del singular.―

2 Más o menos como explica Covarr., s. v. coz: «entrarse en una cosa de hoz y de coz, es sin ninguna consideración: está tomado de los segadores, que echan la hoz a la mies y dan por lo más baxo una coz para quebrantarla y segarla mejor». Recuérdense los pasajes: «con unas cohochas que yo tuviese y rapada la barba, podría hombre entrar de hoz y de coz en grado de nigromántulo», Lope de Rueda, ed. Acad., II, 81; «en la mitad de este caos... se le representó en la memoria a don Quijote que se veía metido de hoz y de coz en la discordia del campo de Agramante», Quijote I, xlv, 242. V. otras explicaciones que se han dado, en la ed. de R. Marín, 1927, III, p. 345. Cej., Voc., da a entender que se trata de HOZ II, comparando con hocico, y explicando «de pies a cabeza»; pero el sentido de HOZ II no es ‘hocico’ (voz que viene de HOZAR) ni ‘boca’ (nada que ver con el lat. OS), sino ‘garganta’, que mal podría aplicarse ahí.